Vaginismo

La toxina botulínica en zona intima se presenta como un tratamiento alternativo y complementario eficaz para abordar los trastornos de dolor vulvar, específicamente el vaginismo.

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Este procedimiento consiste en la infiltración de pequeñas cantidades de toxina botulínica en la zona vaginal, logrando la paralización de determinados músculos. Como resultado, se obtiene una relajación de la zona vaginal de manera rápida y segura, evitando la contracción involuntaria que caracteriza a esta condición.

El efecto del tratamiento comienza a notarse a partir de las 72 horas posteriores a la aplicación, proporcionando un alivio significativo que puede durar entre 4 a 6 meses. Esta intervención no solo mejora la calidad de vida de quienes padecen vaginismo, sino que también permite una recuperación más cómoda y efectiva, facilitando una vida íntima más plena y sin dolor.

Profesionales que realizan el servicio

Médico Ginecoobstetra Universidad Católica Santísima Concepción